TURISMO COMUNITARIO
El turismo
comunitario se caracteriza en que una porción considerable del control y los
beneficios están en manos de miembros de comunidades locales.1 El Turismo
Comunitario surge como una alternativa económica de las comunidades rurales, campesinas, indígenas, "mestizas" o afrodescendientes propias de un país, para
generar ingresos complementarios a las actividades económicas diarias y
defender y revalorizar los recursos culturales y naturales locales.
El turismo es un sector económico en crecimiento. Está ligado al uso del
patrimonio natural y cultural. La falta de ordenamiento y regulación han dado
lugar a un turismo masivo y descontrolado que amenaza al patrimonio, generando
problemas sociales que han alterado los modos de vida principalmente de las
comunidades. Estas debilidades inciden en la calidad del turismo con una oferta
poca diversificada y atención deficiente al turista.
El patrimonio
natural y cultural es el conjunto de bienes heredados de los padres y la
naturaleza, constituye la memoria de los pueblos y el legado de las nuevas
generaciones, lo que marca la diferencia de las sociedades y grupos, dándoles
un sentido de identidad.
El vínculo entre
el turismo y el patrimonio es directo. El patrimonio tiene un valor de
existencia generacional, por lo que no se lo debe considerar como un simple
producto clásico de consumo. El turismo puede ser útil para efectuar y
beneficiar obras de conservación patrimonial, con la consecuente generación de
empleo. Esto tiene un límite donde se percibe una probabilidad de daño sobre
las vertientes del patrimonio y su entorno. Patrimonio y turismo se pueden
nutrir mutuamente de manera sana si no se ignora la cosmovisión local.
El turismo en
áreas patrimoniales debe considerar como elementos fundamentales los aspectos
sociales, económicos, culturales y ambientales, así como la corresponsabilidad
entre los actores locales y los turistas. Es necesario concebir un modelo de
turismo basado en la valorización del patrimonio como generador de valor
agregado para las poblaciones locales, afirmando la necesidad de revertir el
modelo de consumismo por un modelo de desarrollo social, con identidad,
económico y ambientalmente sostenible.
Las comunidades
Pueblos y Nacionalidades proyectan al turismo comunitario como una actividad
económica de gran envergadura, para dinamizar económica, turística, social,
ambiental y culturalmente al País. Considera que una de las mayores amenazas
para el desarrollo de esta actividad, está en los poderes económicos y
políticos que promueven el modelo privado discriminatorio, con sus permanentes
pretensiones de desaparición de todo lo que sea comunitario: organización,
institución, producción, territorio y patrimonio natural y cultural.
Se lo considera
una tipología turística que pertenece a la modalidad de Turismo Vivencial y a
la corriente de Turismo
Alternativo. Se caracteriza por
la autenticidad de las actividades turísticas, posibilitando al turista
compartir y descubrir a profundidad las tradiciones, costumbres y hábitos de una etnia o pueblo determinado.
Se diferencia del Turismo rural y del Etnoturismo en el sentido de que
parte de las utilidades generadas por las actividades turísticas, se reinvierten en planes y programas comunitarios.
(Fuente FEPTCE)